Pegando, cosiendo, charlando: imaginación radical para habitar la ciudad neoliberal

Henri Lefebvre decía que habitar supone integrar sistemas, poner en movimiento y relación las prácticas, los cuerpos y todos los imaginarios que de ellos (se) aparecen. Apreciar el espacio público desde su dimensión imaginativa supone comprenderlo como un punto de continúo encuentro entre los recuerdos, las esperanzas y los anhelos de tantos como se acercaron en algún momento a vivir esa calle, plaza o escuela. Desde el grupo de investigación Protolab entendemos el habitar de esta manera, como una forma de situar la imaginación en el mundo a la par que vamos recolectando de él retazos que nos sirven de material para construir nuestros derroteros simbólicos.

El mapa como tecnología no es una mera representación del espacio sino un modo de encontrarnos en el mismo. Todo aquello que se cartografía; desde una distancia hasta un proyecto, produce espacio a la par que lo reproduce. Por lo tanto, como señala el filósofo Fernando Broncano (2020:54) “son los cuerpos en su materialidad los que transforman en sus ensamblamientos y separaciones, en sus movimiento y quietudes los lugares en espacios comunes”.

A partir de esta premisa, y haciendo uso de la técnica del collage, que nos permitió poner a jugar materiales aparentemente extraños entre sí para hacer brotar otras posibilidades (ocasiones) de una misma realidad, les integrantes de Protolab nos juntamos para localizar, sobre un inmenso mapa de Madrid desplegado, los encuentros de nuestras memorias e imaginaciones y así ponerlos a jugar. Lo hicimos a través de diferentes materiales muy dispares, como imágenes personales y objetos que nos permitían construir infraestructuras, modificando y ensuciando el mapa a través de trazados con rotuladores, recorte de zonas intencionadamente, construyendo así imaginativamente espacios colectivos y de cuidados en entornos planeados para el capital.

Conversamos los relatos enmarcados de cada une en diferentes escenarios, los significados y experiencias materiales con lo que hemos ido poblando la ciudad a la par que ella depositaba los suyos en nosotres, señalamos las cercanías a otros lugares de referencia y llegamos a explorar las partes de este mapa que no son conocidas por nuestros cuerpos. Tratamos aquello que nos preocupa, interpela y conmueve. La propuesta política del proyecto es que frente a los discursos desasosegantes e inmovilistas ante el colapso y la expropiación de lo común, practicar una imaginación sin motivos es una forma política para encontrarnos.  

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