Solo habitamos nuestras prácticas ordinarias

Sesión Reapropiaciones: tuneos y mallas
08/05/2014, 17.30-18.30
¿Se puede habitar una práctica? ¿Puede una comunidad de práctica conformar un determinado tipo de ser-estar-representarse hoy en día? ¿Puede ser sensible a determinados cambios? ¿Nos podemos alojar en ella? Pensemos en el tuning esa práctica de mal gusto, de extrarradio, que nos vocea con sus equipos de sonido y que va por las calles diciendo aquí estoy yo. Las personas asociadas al tuneo de coches forman una comunidad de práctica representativa. Una de las primeras comunidades de tuneo surgidas en Estados Unidos durante los años 50 utilizaron el Lowrider, una clase de tuneo como medio de expresión de la diferencia de los mexicano-estadounidenses. Esta comunidad comienza modificando la altura del coche mediante la inserción de pesos, sacos de arena en un primer momento y piezas de plomo después, para diferenciarse del resto permitiendo una conducción muy lenta. Esta conducción denominada arte bulevar, muestra una forma de expresión en la movilidad que busca una identidad propia en la forma de rodar, o de desplazarse. Los lowriders formaron de esta manera una comunidad con una identidad que se mostraba y creaba circuitos de experiencias urbanas identitarias para favorecer su reconocimiento en la ciudad.
De esta manera, con una sutil diferencia de centímetros respecto al asfalto, los mexicano-estadounidenses, excluidos de la vida pública y los espacios accesibles, utilizan el coche como objeto emancipador del ciudadano por la industria americana, como el dispositivo con el que representarse y discutir ciertas hegemonías. La práctica del Lowrider se ha modificado durante estos años dando lugar a modificaciones increíbles de los que entendemos por un coche. Al igual que esta forma de tuneo, proliferaron otras como el racing, DUB, HI-Tech, Import custom, Rat, Barroco, Extreme, jdm o hot rod. Todas estas diferentes prácticas de tuneo, muestran la diversidad que determinados grupos han manifestado en relación a la idea estandarizada del coche para todos. De nuevo, y desde mitad del siglo XX las comunidades de tuneo se han negado a aceptar los productos promedio que el modelo industrial imponía, estandarizados y homogéneos resultado de un estudio de la sociedad estadístico y generalista que no atiende a subjetividades y a la diferencia.
Estas comunidades de tuneo intervienen de manera disruptiva sobre las máquinas, manifestando diferencias y aportando nuevos códigos e información. Los coches se convierten en instrumentos que generan nuevos lazos y redes de afecto con las personas que interfieren con ellos. Estamos hablando entonces de nuevos espacios para la expresión de la diferencia y lugares donde se muestran los afectos: hablamos entonces de los espacios del habitar, donde se manifiesta la cotidianeidad y todas las esferas que van de lo íntimo a lo territorial y se construye la idea de la imposibilidad de habitar un exterior. Pero ¿Qué ciudad genera esta práctica?
Mauro Gil-Fournier Esquerra
Cofundador de estudio SIC en 2009. Coimpulsor del Vivero de Iniciativas Ciudadanas VIC en 2008. Cofundador de estudio FAM en 2002. Licenciado en arquitectura por la ETSAM 2004 donde desarrolla su tesis doctoral en el departamento de proyectos. Suficiencia Investigadora en 2011. Profesor temporal y deslocalizado. Ha impartido conferencias talleres en múltiples foros nacionales e internacionales y su trabajo se difunde de forma actualizada en numerosas publicaciones especializadas.

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