Sade y Masoch nos abren las puertas de sus habitaciones íntimas. Los dos están en su mejor momento

El 6 diciembre de 2014, cerca del aniversario de su muerte, hace 200 años, la revista Pronto dedicó dos páginas a la figura del Marqués de Sade dentro de su apartado «Vidas interesantes». En este repaso biográfico se mencionaban algunos de los escenarios arquitectónicos que marcaron la vida de Sade (como el monasterio benedictino de Saint-Léger d’Ebreuil, el colegio jesuita Louis-le-Grand, el campo de batalla en el frente de Prusia, la iglesia de Saint Roch, el castillo de La Coste, celdas en cárceles en Francia y en Italia, la Bastilla, el manicomio de Charenton, etc.). ¿Cómo participó la arquitectura en los encuentros libertinos del Marqués? ¿Y en los del que, según Krafft-Ebing y Freud, fue su par complementario, Sacher-Masoch?
El objetivo de la presente propuesta es estudiar dos de las principales «coreografías afectivas» de la modernidad: el sadismo y el masoquismo, a partir de sus espacios, para comprobar cómo, más allá de su dimensión erótica, Sade y Masoch inauguraron dos marcos de cohabitación y dos ecologías políticas y arquitectónicas disimiles.
A partir del análisis de sus respectivos textos, se evaluará el papel que la arquitectura juega en los encuentros sádicos y masoquistas: cómo participa en las prácticas, qué dimensiones afectivas despliega, qué modos de racionalidad y de afectividad ponen en acción, qué podemos aprender de ellos para interactuar con el presente.
En esta tercera edición de Sociología Ordinaria, presentaremos la siguiente exclusiva: realizaremos una visita guiada por las arquitecturas del sadismo y el masoquismo de la mano de estos «espíritus libres» para unos, «enfermos irrecuperables» para otros: Sade y Masoch nos abrirán las puertas de sus cuidadas habitaciones, para desvelarnos los secretos de sus espacios más íntimos y pasionales.