Rabia, humor y apoyo mutuo para un mundo que va como el culo

RESUMEN: Que el mundo va como el culo no es novedad, pero ante los titulares que hablan de «epidemia de salud mental» y que reclaman más recursos y profesionales de salud mental como única solución/parche posible ante un mundo invivible, numerosas personas y colectivos activistas denuncian, por un lado, los daños que las propias estructuras de atención al sufrimiento psíquico, los problemas de salud mental y la locura causan en las personas atendidas por las violencias que reproduce la psiquiatrización; y por otro lado, la urgencia de construir un mundo habitable que no nos quiebre y expulse a tantas.

Desde esa conciencia y creyendo que hay semillas ya brotando de las que poder aprender posibles ideas de cómo podría ser ese otro mundo necesario en el que quepan todos los mundos, queremos compartir algunas de esas pistas, experiencias vitales y saberes profanos. Entre ellas, desde luego, la potencia transformadora de enfrentar los sufrimientos en redes de apoyo mutuo, politizando nuestros malestares y poniendo en valor nuestras propias herramientas y saberes al margen de los dictados terapéuticos.

Subrayamos también el poder del humor subversivo como sostén, cuidado mutuo y trinchera desde la que compatibilizamos compartir rabias, señalar violencias y defender la alegría. Más allá de psicofármacos y terapias jerárquicas hay otras formas de sostener, aliviar y acompañar nuestro dolor y en este mundo que va como el culo creemos radical y subversivamente necesario idear fórmulas de analgagesia creativas tomando como base el apoyo mutuo, el humor, el amor y lo que surja (y sí, decimos analgagesia porque hemos comprobado que reírnos con y de nuestros culos nos ayuda a sobrellevar este mundo bastante mierder).