20/05/2023, 13.15-14.00
La posición de las mujeres en la academia es incómoda. La universidad como institución ha sido concebida desde sus orígenes como un espacio que excluye a las mujeres, y a cualquier otra persona que no represente una trayectoria “normal” (por ejemplo, hombres o personas socializadas como hombres, no racializadas, de clase media o burguesa, sin discapacidades, y heterosexuales).
Quiero contar la experiencia de los grupos de escritura con mujeres académicas que facilito, mostrando la transformación que opera en ellos en cuanto se visibiliza esta posición incómoda, y cuando se comparten las sutiles y a veces no tan sutiles maneras que tiene el medio académico para mantener a las mujeres y otras identificaciones no normativas en una posición de pertenencia cuestionada.
Estos grupos, que no se ubican en espacios universitarios, sino en espacios ad hoc (principalmente online), son una propuesta incómoda para la universidad: están dentro y al mismo tiempo afuera, se basan en el principio que una relación sana y satisfactoria con la escritura académica es posible, criticando al mismo tiempo los principios en los que se basa la universidad como institución. Son incómodos también para mi como creadora y facilitadora de estos grupos, pues quiero contribuir al cambio de la universidad, pero a través de la crítica de sus fundamentos.
Quiero experimentar con la noción de “agencia procesual” que opera en el espacio colectivo de estos grupos de escritura, a partir del análisis de narrativas y de cambios en la percepción y el comportamiento de estas mujeres.
A nivel teórico, me interesa retomar los debates alrededor de la “agencia” y cómo pueden informar conceptualmente la idea de empoderamiento (como resultado de lo que ocurre en estos grupos de escritura). El abordaje al problema de la posición de las mujeres en la universidad y con respecto a la escritura académica es la combinación entre los estudios de nuevas literacidades de la escritura como proceso (Atorresi, Ana, y Eisner, Laura, 2021; Lillis, Theresa, 2021), y las pedagogías feministas de los círculos de mujeres académicas (e.g. Aronson, Anne, y Swanson, Diana, 1991).
Se trata de una meta-reflexión relevante (Savransky, 2016) dirigida a nuestra comunidad académica, y el formato puede ser una ponencia, que de protagonismo a las voces de las mujeres.