[disponible tras el encuentro]
5/05/2016, 11.45-12.45
La cultura otaku está cada vez más extendida en las sociedades occidentales, en donde las concepciones sobre los afectos y las relaciones son muy diferentes de las que se dan en su país originario, Japón. Es por eso que decidimos investigar cómo un fenómeno en teoría totalmente ajeno a nuestras concepciones culturales ha llegado a tener una repercusión internacional, siendo innumerables los memes y referencias en la cibercultura.
La práctica que queremos estudiar, conocida como «tener una Waifu», consiste en tener relaciones afectivas con personajes de series de animación y cómics japoneses que los Otaku resignifican pasando de ser meros dibujos a crear un vínculo afectivo con ellos. En España también sucede en los círculos de otakus, pero tiende a invisibilizarse para evitar las críticas de otras personas que pueden ver este comportamiento como algo desviado.
Decidimos investigar sobre este tema porque, si bien es cierto que las relaciones sentimentales imaginarias son algo que ha sucedido desde la antigüedad (como, por ejemplo, en el mito del Pigmalión), en la actualidad, debido a Internet y el anonimato que permite, la comunidad en torno a ello puede florecer, para que haya un mínimo de interacción entre sus miembros. Además, este tipo de relaciones, aunque han sido investigadas por psicólogos y psicoanalistas, son un campo bastante inexplorado por la sociología y creemos que esta tiene algo que decir en este tipo de relaciones.
Para investigar esta materia estamos utilizando la etnografía virtual como método para encontrar la comunidad y, así, poder centrarnos en casos más concretos y poder realizar entrevistas en profundidad. Además, también estamos investigando cuál es el nivel de aceptación de estas personas dentro del propio mundo Otaku a través de entrevistas informales a pie de calle en las zonas más frecuentadas por esta tribu urbana (tiendas de cómics, puntos de reunión, etc.).
Creemos que este trabajo puede ayudar a entender fenómenos emergentes dentro de las relaciones sociales comunicativas, ya que son prácticas que no se encorsetan dentro de los sentidos y concepciones tradicionales de la comunicación, más aún cuando esta ni siquiera requiere de inteligencia artificial para que esta conexión con el personaje cobre un significado para la persona. Además, el fenómeno de las Waifus forma parte de una subcultura popular (el Manganime) y también hemos podido presenciar cómo la gente que no tiene Waifus pero forma parte de la cultura vierte opiniones y resignifica el fenómeno.