Corporalidades que (nos) in-comodan

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Sesión Cuerpos que importan…
19/05/2023, 16.00-17.15

IRENE CALDERÓN MAZZOTI (Universidad de Sevilla-UNAM, México)

¿Por que el guión entre la palabra in-comodan? Jugando con el idioma inglés: in, es en, pero también puede entenderse como “dentro de” o “adentro”. Por tanto, in-comodidad con guión permite pensar en aquellas situaciones que producen malestar, pero que, sin embargo, entran, que dejamos pasar, que pisan el tapete que dice “bienvenida” antes de la puerta o que, incluso pasan sin tocar la puerta; y que se van haciendo cuerpo.

Además, la in-comodidad regresa a la fenomenología feminista (Lauretis, 1993; López, 2014; Zeiler & Folkmarson, 2014; Weiss, 2014; Millán, 2017) y pone en foco la incorporación de las afectividades, en el sentido de que “afectan” y se ven “afectadas”, en los cuerpos.

Corporalidades que in-comodan y se incorporan, de hacerse cuerpos, en el día a día y en afectividades, en el entendido de que “afectan”, que van haciéndose normales. A tal grado que se vuelven ideales con los cuales una, como mujer, lucha consigo misma. Dicho de otro modo, corporalidades que incomodan a otrxs y, sobre todo, a una misma (a según de la trayectoria e historia de vida de cada una (Bertaux)).
Pensar en las corporalidades que in-comodan es visibilizar aquellos modelos normativos corporales que se contraponen en los ideales de una misma como mujer.

In-comodan a una y a otros/as/es aquellas corporalidades exuberantes hasta aquellas planas; desde las gordas hasta las extremadamente delgadas; desde las que se maquillan todos los días hasta las que son “naturales” por no maquillarse.

In-comodamos encapuchadas y lanzando diamantina; In-comodamos denunciando o callando; por mostrar mucho, por mostrar nada. Por estar a dieta o por no cuidar lo que comemos. Por ser vulnerable y por ser “fría”. In-comodamos porque dejamos entrar y se hacen cuerpo los discursos e ideales por los cuales luchamos. In-comodamos porque nos vemos a través del ojo del otro; in-comodamos aún cuando quisiéramos y hacemos todo por encajar. In-comodamos al mostrar la celulitis y al ocultarla; al engordar y al adelgazar. Corporalidades que in-comodan porque nos las creemos y creamos.

In-comodamos al envejecer o al mostrarnos muy jóvenes. In-comodamos al utilizar filtro o no tomarnos fotografías.

In-comodamos: desde las feministas hasta las no feministas.

Las mujeres incomodamos. Nuestros cuerpos, sean como sean, incomodan.

Incomodan tanto que , en México, hay vagones en el transporte público exclusivo para mujeres. Bajo el discurso del “cuidado” y la seguridad.

Corporalidades que in-comodan.

Esta reflexión resulta de un capítulo de libro titulado Mirarse en lo que se mira. Esbozo del cuerpo joven como posibilidad en TikTok, sonde yo, la misma investigadora, muestro mi rostro y la posibilidad de modificarlo con las herramientas de “embellecer” que TikTok provee. Así como, los 100 contenidos audiovisuales sistematizados manualmente que resultan de usar un audio que, traducido al español, significa: “Muy bien, este sonido es para todos los que parecen más jóvenes que su edad real y la gente no te cree cuando dices cuántos años tienes”. De allí, pensar que hay corporalidades que se presumen, y otras, que por lo tanto, in-comodan.