13/05/2015, 16.00-17.30
Partiendo del concepto de identidad en el entorno de una gran metrópoli, Nueva York en su compleja espiral de ambiciones, posibilidades y deseos, muestra en su inagotable escena urbana un continuo de conflictos, asimetrías, ocultaciones, que se expresan en una secuencia de imágenes que captan la soledad innegociable, la agresividad latente y siempre apunto de estallar, esa ausencia brutal de empatía o un permanente malestar. No es más que el fragor sordo de un enorme mecanismo penetrando muy adentro, donde una vez hubo alguien que creímos conocer. Espantando el encantamiento de un yo con otro yo, en la retracción constante de las emociones y la suspensión de los sentidos. Sombras recluidas, distancias insalvables. Extraños, todos para todos. Extraño uno. La vida misma: nunca leve y grácil, sino pura obstinación y resistencia. Buscando refugio en la más conseguida de las multitudes, para perderse, para no encontrarse jamás.