La fiesta de pijama y otros útiles emancipatorios

Sesión Tengo ganas de mambo
5/05/2016, 17.20-18.45

MIJO MIQUEL y MARTINA BOTELLA son… [pendiente de actualización]

Cuando se decide una a ser madre tarde, sin pareja consolidada y sin salir de la precariedad laboral, nadie le dice que ya desde el embarazo alguien va a dejarle con la libido por los pies a base de camisones con ositos y demás estética horripilante a la que nos condena el estado de buena esperanza. Nadie le cuenta que, en dicho estado, más que esperanzada, va a estar desesperada por marcarse un polvo durante parte del embarazo y desesperada por evitarlo durante otra. Que olvidará la libido mientras hace honor al imperativo de lo políticamente correcto amamantando a su cachorro e intentando convertir su monovolumen de nuevo en curvas armoniosas. Y que para cuando esté recuperada de este pequeño carrusel hormonal, muy probablemente tendrá que enfrentarse al naufragio de su pareja que le confiesa haber sucumbido a la carencia de sexo sin haber encontrado su sitio entre el retoño y su madre por lo que mejor se va a freír berzas a un núcleo urbano no siempre colindante con el que anteriormente consideraba su domicilio, de manera que la vida cotidiana se complica insospechadamente.
Este es el punto de partida de nuestra intervención que intenta socializar las estrategias empoderantes que permiten a madres jolgoriosas seguir llevando algo similar a una vida propia que incluya entre otros componentes el sexo a deshora, deseo que hasta ahora nunca ha servido como justificante para que la madre de una le cubra las espaldas por considerarse que promiscuidad y maternidad no son dos conceptos compatibles e impidiendo muy a nuestro pesar por imposibilidad financiera y social un estilo de vida que permita esponjarse. De ahí, el tejer redes que permitan tan a deshora como una desee echar mano de la mano amiga que comprende que hay necesidades imperantes que poco tienen que ver con lo tradicionalmente asociado a las tareas maternales y menos aún con los deberes laborales.