Nuestra propuesta consiste en buscar conexiones entre nuestra experiencia investigadora y el simbolismo y la ética de la cultura punk. Mencionaremos brevemente nuestros antecedentes, nuestro perfil como estudiantes e investigadores y cómo empezamos a interesarnos por formas alternativas de hacer Sociología. Partimos de un momento de tensión, porque nos gustaba sinceramente la Sociología pero no estábamos satisfechos con cómo veíamos que se practicaba a nuestro alrededor (temas repetitivos, metodologías previsibles). Por otra parte, temíamos que una actitud demasiado irreverente nos perjudicara académicamente y de cara a nuestros compañeros. Sin embargo, estos miedos no se materializaron cuando llevamos a cabo nuestros planes y estos encontraron cierta aceptación entre el público.
Pero, ¿por qué esa frustración con la manera convencional de practicar Sociología? Entre otras cosas porque percibimos entre nuestros compañeros un excesivo miedo a equivocarse y a las consecuencias de ello, lo que en ocasiones lleva a planteamientos demasiado convencionales que reproducen los errores de las grandes teorías clásicas y de los discursos más eruditos. En estos casos prima la teoría sobre lo que se observa, y se obliga a la realidad a encajar en un molde. Por otra parte, hemos visto en demasiadas ocasiones cómo, incluso desde posturas aparentemente radicales, el juicio moral sustituía a la observación.
Por eso queremos rescatar algunos elementos de nuestra actitud a la hora de hacer Sociología “punky” y que pueden ser útiles a otras personas para desembarazarse de algunas de las limitaciones que la academia impone explícita o implícitamente: la filosofía DIY, trabajar con los detalles y con pocos recursos, o aprender a no-tocar nuestros instrumentos, por ejemplo. En definitiva, nos gusta ser críticos y rigurosos, pero también divertirnos y hacer el idiota.
Rebeca Herrero Sáenz Estudiante de Sociología. Universidad Complutense de Madrid.
José Pedro Rodríguez del Val Estudiante de Sociología. Universidad Complutense de Madrid.
En todas las preguntas esta implícita la respuesta, jóvenes. El miedo es el condicionante, sobre todo a complicar el modus vivendi fácil que se busca por lo general.
Ánimo y a investigar divirtiéndoos, la única manera cierta de hacerlo.