Sociología Ordinaria Siete:
Apropiaciones, expropiaciones, reapropiaciones y… vuelta a empezar
Sesión «Apropiaciones del más allá»
22/05/2019, 16:00-17:00
Belen Liedo Fernández es… [pendiente de actualización]
RESUMEN: Tratar la relación entre religión y feminismo no es fácil. Y, sin embargo, es necesario hacerlo, al menos si comprendemos la espiritualidad como un fenómeno profundo y esencial para la vida de muchas personas, de muchas mujeres. Esta comunicación pretende trazar algunas de las coordenadas con las que poder orientarnos en esta intersección. El ya de por sí ambicioso objetivo estará circunscrito al catolicismo en el ámbito español, por considerarse el único del que quizá existe una cierta legitimidad para hablar con conocimiento mínimo de causa. ¿Puede afirmarse que la religión haya sido expropiada de manos de las mujeres? Efectivamente, no parece necesario explicitar las múltiples formas en que la jerarquía eclesiástica católica ha apartado a las mujeres, durante su historia y en el presente, de los lugares de toma de decisión y de ejercicio de poder, social, intelectual o político. Tampoco hace falta listar las múltiples contribuciones de la intelectualidad católica a la construcción ideológica de la inferioridad femenina. Y, sin embargo, no puede afirmarse la ausencia de las mujeres en lo religioso. Uno de los puntos clave de una reflexión feminista sosegada sobre el tema sería encontrar el equilibrio posible para denunciar la misoginia ejercida por la comunidad católica sin por ello invisibilizar ni victimizar a las mujeres presentes en ella. Sí puede afirmarse, sin duda, que la vivencia religiosa católica ha tratado de ser expropiada de las mujeres feministas, de aquellas no conformes con la norma de género. El feminismo puede y debe reapropiarse de la gestión de la vivencia religiosa o espiritual de las mujeres para permitir espacios donde ejercerla libres de la opresión patriarcal. Para ello, será necesario en primer lugar detectar las grietas ya existentes. Así, esta comunicación se apoyará principalmente en la corriente conocida como teología feminista. Esta comunicación surge de una inquietud, primeramente vivencial, sobre la reconciliación con una herencia religiosa profundamente enraizada en una subjetividad decidida y radicalmente feminista. La religión es sin duda uno de esos lugares donde más se nos ha arrebatado la individualidad y el derecho de ser, y donde se producen infinidad de fricciones y contradicciones para quien se encuentra en la intersección entre catolicismo y feminismo. Encarar estas contradicciones es el primer paso para reapropiarnos de nuestra espiritualidad como espacio de plenitud, autoconocimiento y libertad.