En la calle Ferraz he montado mi trinchera. Relatos de las movilizaciones de extrema derecha en España

Sesión Café con posters 2
25/05/2024, 12.00-13.00

SOFÍA GÓMEZ RAMÍREZ  (Tejidos Conjuntivos-MNCARS)

“Pese a las dificultades, la fe y las ganas son muchas,
Obtendremos la victoria cuando termine la lucha.
Hechos a la libertad, rendirse no es una opción
Luchar a cara de perro para salvar la nación.
En la calle de Ferraz, señores policías
He montado mi trinchera frente a un gobierno enemigo
Para ganarle la guerra” -Lucho, manifestante de Ferraz.

Esta propuesta consiste en presentar los resultados obtenidos (hasta ahora) de un ejercicio de observación con tintes etnográficos que ha sido realizado en las concentraciones de la extrema derecha, como las de la Calle Ferraz y la misa del 20N en el Valle de los Caídos. Esto se hará mediante la lectura en voz alta de una serie de relatos que mezcla la crónica periodística con la ficción, adentrándose en las manifestaciones y en las celebraciones de la derecha en Madrid para narrarlas de una forma distinta, dando a conocer el significado atribuido a los símbolos que les manifestantes utilizan, escuchando las conversaciones y entendiendo las dinámicas que existen dentro de estos espacios.

Los relatos, que forman parte de una investigación en curso para el programa Tejidos Conjuntivos del Museo Reina Sofía, abordan estos hechos desde el extrañamiento, entendido aquí como el ostranénie del formalismo ruso, el cual busca aproximarse a la realidad desde una nueva perspectiva, presentándola en contextos distintos a los habituales o haciendo uso de la ficción para representarla. A continuación, un fragmento de uno de los relatos:

Aquí en España, la gente se toma muy en serio el tiempo de descanso. Salvo en algunos gremios, como es el desafortunado caso de la arquitectura, todo el mundo hace una pausa por los días de Semana Santa. Fue apenas en 2012 cuando los negocios grandes obtuvieron permiso para abrir los 365 días del año en el horario que quisieran. Madrid, por supuesto, fue pionera en dar esta libertad…Me resulta, por cierto, muy extraño el concepto de “libertad” que se maneja aquí, pero es lo que hay: libertad para gastar todo lo que quieras, siempre y cuando produzcas el triple de lo que ganas sin percibir grandes cambios en tu salario. Libertad para vivir donde quieras, solo si puedes costearte el alquiler en el centro. Libertad de comprar donde quieras y consumir donde te dé la gana. Comprar donde quieras y consumir donde te dé la gana. Comprar donde quieras y consumir donde te dé la gana. Comprar donde quieras y consumir donde te dé la gana. Y así, hasta el final de los días. Libertad de ser un autómata embrutecido que levanta el brazo embotado al grito de una payasa que repite una y otra vez los postulados del neoliberalismo, disfrazándolos de discurso transgresor y antisistema. Hace menos de un mes salió la noticia de que su pareja defraudó a hacienda, cobró dos millones de euros por comisiones de mascarillas e intentó estafar a Costa de Marfil durante la pandemia vendiéndoles vacunas por cinco veces su precio. De película este señor. Esto hizo que se reunieran cientos de personas en la puerta de la sede de su partido para pedir, durante unas cuantas horas, la dimisión de la presidenta de la comunidad. Pero incluso las personas que convocaron estas manifestaciones decidieron tomarse la semana santa e hicieron una convocatoria para después. Hasta lo urgente parece no ser tan urgente si se cruza con el tiempo de ocio. Todo es “mañana, mañana”. Sin embargo, hay un grupo que no descansa, ni deja las cosas para “mañana, mañana”: su edad promedio es de 58 años, piensan que el gobierno de España actúa en abierta complicidad con el demonio para establecer un nuevo orden mundial y desde el 29 de octubre de 2023, hace 158 días, se reúnen en la calle Ferraz para protestar por la amnistía a los independentistas catalanes. Primero fueron hordas de personas frente a la sede del PSOE, apaleando un muñeco del presidente del gobierno en una especie de acto macabro de vudú de derecha, quizás como advertencia sobre la fragilidad de las convenciones que han sido establecidas en nombre de la democracia y pueden ser subvertidas con la acción de algo tan pequeño como un golpe. O más bien, unas manos que dan un golpe con un palo, una y otra vez, incitando a una violencia fácilmente propagable. Más de lo que creemos. Se presentan a sí mismos como creados a imagen y semejanza de Dios (si yo fuera Dios, no sé si estaría muy ofendida o revolcándome en el suelo sin poder respirar de la risa). De hecho, hoy no están para quemar muñecos; todo lo contrario, hoy están rezando un rosario para celebrar el jueves santo y no están parados fuera de la sede del PSOE, sino en la puerta de la parroquia del Inmaculado Corazón de María, que queda justo en la esquina de la manzana donde está la sede.”

Según Bourdieu, “en lo impensable de una época, está todo aquello que no se puede pensar a falta de disposiciones éticas o políticas que inclinen a tomarlo en cuenta y consideración, pero también aquello que no se puede pensar por falta de instrumentos de pensamiento tales como problemáticas, conceptos, métodos, técnicas”. Lo impensable es, entonces, aquello que no tenemos herramientas para abordar. Sin embargo, las manifestaciones de extrema derecha, así como la apropiación, manipulación y descontextualización de símbolos que hasta ahora asociábamos con los movimientos de izquierda no solo hacen parte de la realidad, también ganan cada vez más seguidorxs y cada vez se hace más necesario adquirir herramientas para poder entenderlas o, al menos, abordarlas y reconocer su existencia, pues hablan de una situación a mayor escala en España e incluso en el resto de mundo, con el auge de los movimientos de extrema derecha. Ya no se trata de unxs cuántxs nostálgicxs de los días del franquismo, sino de oleadas de personas de varias edades que se reúnen día y noche para hacerse notar.

¿Por qué abordar un tema así a través de la narración y mezclando elementos de ficción? Nos enfrentamos a una extrema derecha que aún intentamos entender, que critica todo lo que pueda oler a establishment, busca mostrarse como movimiento contracultural (en contraposición a lo woke), e idolatra a personajes problemáticos. Los medios de comunicación dan voz a este tipo de figuras nefastas y ayudan a amplificar sus mensajes, causando su desplazamiento desde un lugar marginal hasta el centro del debate político y logrando ser cada vez menos impensable. Para enfrentarse a esto, se propone la crónica ficcionada como una estrategia narrativa alterna a la manera que hemos tenido hasta ahora de narrar a los movimientos de extrema derecha: blanco y negro, todo bien o todo mal, demonización o idolatría. Se busca imaginar para perder el miedo a nombrar las cosas e ir adquiriendo, de esta manera, las herramientas necesarias para hacerles frente. De igual forma, se pretende poner el foco sobre elementos como las conversaciones que se tienen en estos eventos o la forma en la que se organizan y se realizan las convocatorias, con el fin de invitar a la reflexión sobre los peligros que tienen este tipo de protestas, además de los que suelen aparecer en las noticias, y ver que estos pueden afectar a la vida cotidiana de las maneras más sutiles y terminar expandiéndose. Funciona, al mismo tiempo, como advertencia. La imaginación puede ayudarnos a ver que esto no es un hecho aislado, por esto se le da un formato de crónica, pero con algunos elementos de ficción. Siempre será narrado en tono irónico, pues no se pretende, jamás, crear simpatía con las derechas. 

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