Una cocina electrónica: reimaginaciones de lo doméstico

«Esta línea es un espacio recíproco de intercambio» es una pieza escénica que trabaja reimaginando el pasado para así generar futuros posibles en los que hagamos de ésta una vida vivible. Enmarcadas en el espacio doméstico de una cocina, imaginamos la colectivización y descentralización del acceso a los archivos y nos preguntamos qué pasaría si los lugares centrales de enunciación se desplazasen de la academia y la esfera pública hasta la cocina, qué relato del siglo XX nos contaríamos ahora si la Historia la hubiesen contado las mujeres. Mediante la manipulación electrónica intervienen voces propias y ajenas, textos oficiales y liminales, reescrituras y juegos. Estrenamos la pieza dentro del programa «Apuntes para un tiempo aparte».

Si un laboratorio es un lugar dotado de los medios necesarios para realizar investigaciones, experimentos y trabajos, una cocina es un laboratorio. Si un laboratorio es también una realidad en la cual se experimenta o se elabora algo, un taller es un laboratorio. En nuestro taller-laboratorio trabajamos con las posibilidades que ofrece la intimidad del espacio doméstico de la cocina. La cocina es un lugar de alquimia, en el que se manipula la materia prima para convertirla en otra cosa. En nuestra cocina imaginaria daremos cabida al habla y a la escucha, a la voz y al cante, a la comunidad y a la creación de otras formas posibles de comunicación. Emularemos una parte del proceso de investigación que nosotras llevamos a cabo para la realización de la pieza escénica.

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